Anclar los pies en la Tierra, abrir la pelvis, el corazón, la garganta y la boca, y desde ahí, SONAR, es realmente un acto transformador!! Mi práctica matutina es esa: renovar y armonizar cuerpo – mente – emociones y espíritu a través de mi propio sonido. El sonido de nuestra voz representa nuestra frecuencia de vibración como seres humanos. Cuando expresamos nuestro sonido estamos manifestándonos ante el Universo, con él, dentro de él.
Sí, nuestro diseño humano es alucinante.
Así es como creo músicas.
Cada canción que compongo tiene un sentido y cumple un propósito al ser expresada. Cada canción es una invitación a conectar con una emoción, una experiencia, una información, una energía. Creo fervorosamente en el poder de la RESONANCIA y disfruto que exista y suceda entre nosotros.
Deseo te disfrutes, goces, sientas y dances a través de mis músicas.
Te invito a escuchar aquí mis co-creaciones musicales:
El amor por la música es un latido constante desde que tengo memoria. Nací y crecí en un hogar donde siempre estaba presente y en donde todo se hacía con música compañera. Mi padre y hermanos mayores fueron aportando matices y diversidad de estilos, mi madre también toca la guitarra y siendo ya más grande, escuché sus propias composiciones.
De niña todo era cantando. Cantaba jugando, cantaba a la naturaleza a mi alrededor, cantaba a personajes fantásticos que imaginaba, cantaba mis más profundos sentimientos en idiomas inventados para que ningún adulto pudiera comprender. Así fui creciendo, sosteniendo espacios de expresión en mi propia intimidad a través de la música.
Al ir animándome a compartir cada vez más mi voz con otras personas, fui tomando consciencia de todo lo que podía generar (hacia dentro y hacia fuera), experimentando y comprendiendo lo que sucede cuando estamos disponibles a expresarnos y escucharnos.
Al finalizar la etapa escolar, un diagnóstico de nódulos me invitó a no poder cantar por casi un año… esa aventura de silencio merece un capítulo entero y fue uno de los motivos por los cuales terminé yéndome a vivir a Quito (Ecuador) en el 2012.
Allí constelé por primera vez el vínculo con mis cuerdas vocales. La imagen que integré gracias a esta constelación fue causando un efecto dominó de transformación y sanación a lo largo de toda mi vida. Luego de casi un año de estar ahí, recuperando mi voz, me encontré googleando “Musicoterapia” inundada de deseo de instruirme y aprehender a nivel teórico cómo era de sanadora la música.
Volví a Buenos Aires con ese fuego encendido. En el aeropuerto mismo conocí a quien me recomendaría mi próximo terapeuta-guía. Gracias a él, tuve mis primeras experiencias terapéuticas a través del sonido. Decidí anotarme y realicé los primeros IV niveles de la “Terapia Benenzon” en la academia del Dr. Rolando Benenzon (fundador de la carrera de Musicoterapia en la USAL). Motivada y más convencida por el mundo que comencé a descubrir, me anoté en la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador para realizar la licenciatura en Musicoterapia.
Comencé a cursar en Marzo del 2015 y también a subirme a cantar a todo tipo de escenarios en la capital de Bs.As: ciclos de cantautores, peñas folklóricas, etc. Con cada experiencia fui entrenando el músculo de la expresión.
Junto con una amiga querida, en dos tardes durante el 2016, grabamos con el micrófono de aire de su computadora Mac mis primeras 7 canciones – a guitarra y voz – que compartí dentro del álbum “ALBORADA”, representando la primera luz del amanecer, las primeras sonoridades de mi ser niña, adolescente y jóven.
Invertí varios años moviéndome muchísimo, diciendo “sí” a toda oportunidad que surgía de compartir mis canciones. Incluso tuve un dúo de cumbia y reggaeton llamado “MAILU” con el cual tocamos en varios boliches, bares y centros culturales. Allí conecté con la faceta divertida, fogonera y arengadora que me habita. También dimensioné la locura que implica la fiesta nocturna y cómo la industria musical valora y favorece ciertos estilos-dinámicas en relación con otras.
Gracias a todo lo atravesado, comencé a darme cuenta que necesitaba ir afilando la manera de ser música, comprendiendo que tenía un estilo personal marcado, una intención y un propósito que respetar y que no todos los espacios eran adecuados. Comencé a acercarme a eventos donde percibía que mis canciones podían cumplir con su misión y sentido.
Con la intención de crear músicas que inspiran y sostienen espacios de conexión y consciencia interior, surgió en el 2019 mi EP “CORAZONADA”.
Gracias a ese EP fui convocada a participar como Musicoterapeuta en diversos talleres, cursos, formaciones, etc.
En Marzo del 2020 comencé una formación de “Yoga de la Música” en la escuela de Florencia Haladjian. Este maravilloso método me permitió reunir todo lo aprendido durante la formación del modelo de Musicoterapia Benenzon y la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad del Salvador.
El “Yoga de la Música” nos invita a conectar con un recurso innato que llevamos todos por el simple e inmenso hecho de ser humanos, que es, ser vibración. Y como tal, a darnos el permiso de expresar esa vibración que somos a través de nuestra voz.
Con esta chispa encendida y viva, también realicé una formación durante el 2021 y 2022, de “Canto Consciente en Movimiento” con Carolina Tapia, Maestra que reúne varios conocimientos y experiencias, sobre todo, de la
escuela del Método Funcional de la Voz, de SoundHealing, etc.
Así pues, desde hace cuatro años, brindo todas las herramientas terapéuticas que me integran en eventos/espacios de consciencia que me invitan a participar como facilitadora de la expresión auténtica.
Me encanta crear talleres grupales reuniendo todo lo que voy incorporando durante la vida y acompañar a las personas a conocer su voz y a expresarla como camino de conexión profunda consigo, como una posibilidad de meditación, una experiencia de armonización de su cuerpo físico, mental, emocional y energético; una oportunidad de reconocimiento, de sanación e integración profunda con el Todo.
CAFECITO y PATREON: Esto es 100% para financiar la
producción de FUEGA y la posible creación del
videoclip.
Hay un pájaro en la frontera.
Juega con su límite, está a punto de perder su entrega.
Un águila se acerca y le habla del mar y ahora ella quiere irlo a buscar.
El Universo sonrió pues al fin lo dormido adentro se activó.
De pronto, se levantaba, amanecía hasta imaginándose su color.
Los días pasaban y cedían.
El mensaje ya había tocado la puerta.
Pero el tiempo es sabio, espera y respeta.
Su corazón latía distinto y ella lo sentía.
Era tan increíble y tan real que reconocía la belleza
y la grandeza de la oportunidad.
Y al mismo tiempo veía cómo sus miedos disfrazados
se ponían al frente y no la dejaban volar.
Nuestros pájaros, sus peros y su libertad de andar.
Pregunta, pide, prueba por fuera buscar.
Entiende que realmente nada le retiene por tener su hogar,
Pues sabe que siempre en ella los ha de llevar.
Es ella con ella y
¿cuánto pierde por miedo a perder?
Entre el silencio puede escuchar
Cómo aquella águila sigue planeando hacia el mar.
Y el camino la vino a buscar.
Cerró los ojos y abrió sus alas.
Se encontró en Dios.
Y en su presencia le cantó:
Caminito mío, tengo tus curvas amo tu andar.
Caminito mío, tengo tus curvas amo tu andar.
Caminito mío, tengo tus curvas amo tu andar.
Enseñame, son vientos nuevos, allá voy a volar.
Caminito mío, tengo tus curvas amo tu andar.
Enseñame, son vientos nuevos, allá voy a volar.
En mi alborada, allá, allá voy a volar.
Llevo heridas en la piel
Con tinta invisible de crecer.
Una por cada vez
que me costó dejarme querer.
Sería más fácil si cuando te acercaras
las pudieras ver.
Más fácil si escucharas
lo que ellas saben esconder.
Son nudos inmensos de disolver.
Son marcas de historia y de ser mujer.
Caminos que recorrer
para comprenderme
Y sería más fácil si cuando te acercaras
las pudieras ver.
Más fácil si escucharas
lo que ellas saben esconder.
Sería más fácil si cuando te acercaras
las pudieras ver.
Más fácil si me abrazaras
en este atardecer.
Corazón inmenso,
Ves sentidos y calmas
Alma agradeces
Tu sanas y cambias.
Danzan las aguas del río que va
llevando mi soledad.
Te busco canción ¿dónde estás?
Ven conmigo a cantar.
Oíste sus manos pesadas hablar
Y viste sus ojos llorar
Mujer del desierto
¿Hoy dónde está tu paz?
Corazón, abrazo tu oscuridad.
Luna nueva, flor fresca.
Brotas para sentir
El amor que vive en ti,
Te redescubrí y me comprendí.
Tú que amas en libertad
Y sabes al viento esperar
Mujer del desierto
Tus ojos son mi paz.
Corazón, abrazo tu oscuridad.
Luna nueva, flor fresca.
Brotas para sentir
El amor que vive en ti,
Te redescubrí y me comprendí.
A la primera persona que le canto es a mí misma.
Me vuelvo música escuchándote, expresándome, expandiéndome.
Observando todo lo que surge, todas las barreras internas.
Soy consciente de la inconsciencia
y sé que hay mucho en puntos suspensivos que no sé
y acepto que sea así.
Me propongo respeto por las agujas del reloj interno.
Y estoy tranquila, porque todas mis sombras son mis luces
Y todos mis miedos también son amor.
Me guío entonces a encontrar y aprender a ser sanamente todo lo que soy.
Corazón, abrazo tu oscuridad.
Luna nueva, flor fresca.
Brotas para sentir
El amor que vive en ti,
Te redescubrí y me comprendí.
Tus ojos transforman y el tiempo se mezcla
Caen las hojas, el ruido se silencia…
Voy caminando, voy, voy, voy.
Voy silenciando, voy, voy voy.
Me hice tristeza y respiré bajo agua
Dibujé rayuelas y mil maneras de jugarlas…
Voy caminando, voy, voy, voy.
Voy jugando, voy, voy, voy.
Interesante es ir y venir,
Que depende de donde el viento venga
Traerá, olor a Jazmín.
Dar vueltas, chau, perder el equilibrio,
Soltar toda claridad para ir conmigo
Voy caminando, voy, voy, voy.
Porque voy conmigo, voy, voy, voy.
Ya lo entendí sé que es así,
No te puedo esperar ni creer un cuento que no es verdad.
Si está escrito será,
Mi música no aguanta un sostenido más, no.
Porque este instante da pie al siguiente
Y en este fluir nuestras vidas suceden.
Y pase lo que pase, y sienta lo que sienta,
Y dure lo que dure, y aprenda lo que aprenda.
Todo sigue porque siempre es así
Que depende de donde el viento venga
Traerá olor a Jazmín.
La primavera siempre es así,
Que depende de donde el viento venga,
Traerá tu olor a Jazmín.